Tras cumplir con los 60 días de suspensión sin goce de sueldo, la diputada Celeste Amarilla retornó a la Cámara Baja. No desaprovechó la oportunidad de intervenir ante el pleno y ratificarse en todas sus expresiones. La sanción se debió a que sus colegas se sintieron ofendidos por las expresiones acerca de que muchos compraron sus bancas con dinero sucio, proveniente del narcotráfico.
“La fiscala general del Estado debe irse por inepta y subordinada a un poder fáctico y no al poder emanado del pueblo”, dijo y agregó que en el Parlamento hay senadores y diputados que financiaron sus campañas con dinero sucio, de origen espurio, provenientes de coimas provenientes de licitaciones públicas. También hay quienes pagaron sus campañas con fondos conseguidos mediante la usura y aquellos que utilizaron dinero proveniente del narcotráfico.
En otro momento enfatizó que “Mario Abdo Benítez es rehén de Horacio Cartes quien gobierna de manera paralela desde su casa, y está copando todas las instituciones”.