El oficial Lucas Gabriel Riveros Coronel se entregó a las autoridades este miércoles, tras ser acusado de estar involucrado en una red de narcotráfico internacional en Cerrito, Ñeembucú.
Riveros, quien era jefe de la Comisaría 16ª, había estado prófugo desde el 15 de febrero y se había emitido una orden de captura en su contra.
Se le imputa haber proporcionado seguridad y logística para el tráfico de cocaína que operaba en la región, incluyendo la gestión del uso del aeródromo municipal para la llegada de aeronaves con droga.
Con la entrega de Riveros, ya son 14 las personas detenidas en este caso, que es parte del Operativo Cross, llevado a cabo por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y el Ministerio Público.
La investigación revela que la banda recibía cargamentos de cocaína provenientes de Bolivia, con destino a Argentina y Uruguay. Las autoridades realizaron múltiples allanamientos en Cerrito y descubrieron pistas clandestinas utilizadas para el tráfico aéreo de drogas.