El asistente fiscal Antonio Ramón Petters Paredes y el abogado Raúl Adriano Cardozo Benítez enfrentarán un juicio oral por supuestos actos de tráfico de influencias. El juez Humberto Otazú decidió llevar el caso a juicio tras una audiencia preliminar, donde se presentó la acusación del fiscal Luis Piñánez.
Se les acusa de haber exigido G. 5.000.000 a la esposa de un hombre denunciado por violencia familiar, prometiendo que su esposo no sería imputado a cambio del pago.
Durante las negociaciones, el asistente fiscal habría indicado que el dinero era para su superior, el fiscal Alfredo Mieres. La entrega del dinero fue monitoreada por las autoridades, y tras la transacción, ambos fueron detenidos cuando intentaron huir.
Se encontraron billetes en el vehículo que coincidían con los originales que habían sido fotocopiados y autenticados previamente. A pesar de los intentos de defensa y solicitudes de sobreseimiento, el juez Otazú mantuvo las medidas cautelares y avanzó con el proceso judicial.