Un incendio forestal arrasó cerca de 30 hectáreas de áreas naturales en el Alto Paraná, específicamente entre el Parque Tacurú Pucú y la Reserva Natural Tatí Yupí, en Hernandarias. Este siniestro, que comenzó en la tarde del domingo y se extendió hasta la noche, ha dejado serios daños en estos ecosistemas, que son vitales para la biodiversidad de la región.
La Itaipú Binacional informó que el incendio afectó territorios clave bajo su dominio, con la participación activa de bomberos, guardaparques y voluntarios de diversas localidades, incluyendo Ciudad del Este y Hernandarias, quienes trabajaron intensamente para controlar las llamas durante más de diez horas. A pesar de los esfuerzos, las fuertes ráfagas de viento dificultaron las labores de extinción.
El origen del fuego aún no ha sido determinado, pero su impacto en el medioambiente es evidente, ya que las áreas afectadas, como Tacurú Pucú y Tatí Yupí, albergan ecosistemas de gran valor ecológico, que incluyen especies en peligro de extinción. Además, estos territorios funcionan como importantes reservorios de carbono, lo que significa que el incendio liberó grandes cantidades de gases de efecto invernadero, afectando la calidad del aire en las comunidades cercanas y agravando posibles problemas de salud respiratoria.
El daño a estos ecosistemas no solo amenaza la fauna y flora local, sino también el equilibrio ambiental, que depende de la preservación de estos espacios naturales para regular el clima y contribuir a la mitigación del cambio climático. Las autoridades siguen trabajando en la investigación del siniestro, mientras que la población permanece alerta ante los efectos de la contaminación del aire.
