La Cámara de Senadores aprobó un proyecto de ley que regula a las organizaciones sin fines de lucro, con 31 votos a favor, 10 en contra y dos abstenciones.
Este proyecto, considerado por la oposición como un “garrote” contra las ONGs, incorpora modificaciones del Poder Ejecutivo.
Senadores como Eduardo Nakayama y Rafael Filizzola criticaron la ley, comparándola con prácticas represivas en Nicaragua y Venezuela.
Se excluyeron del control a partidos políticos, iglesias y sindicatos. El Ministerio de Economía y Finanzas será el encargado de aplicar la ley, que afectará a organizaciones que manejen fondos públicos o privados y busquen influir en políticas públicas.