El presidente Santiago Peña firmó el decreto N.º 2.553/24, que establece una nueva Política Energética con proyección hasta 2050, reemplazando el decreto anterior de 2016. Esta política tiene como objetivo asegurar el bienestar de la población mediante un suministro energético asequible y sostenible, y posicionar a Paraguay como un actor clave en el ámbito energético regional.
La ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión, y el viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, destacaron que la política incluye más de 300 objetivos y se implementará en tres fases: corto plazo (hasta 2028), mediano plazo (hasta 2035) y largo plazo (hasta 2050).
Los objetivos abarcan desde la consolidación de una matriz energética adecuada hasta la promoción de energías renovables, la reducción del uso de hidrocarburos y la introducción de combustibles derivados del hidrógeno.
Además, se fomentará la generación distribuida para que los consumidores puedan producir su propia energía. Bejarano afirmó que Paraguay, siendo un país 100% renovable, busca diversificar su producción energética con nuevas alternativas.