La autopsia realizada al joven futbolista Ismael Domínguez, quien falleció tras una pelea durante un partido, determinó que su muerte fue presuntamente causada por un golpe contundente en la base del cráneo.
El médico forense, Gustavo Zaracho, explicó que la lesión provocó una hemorragia masiva interna, lo que resultó fatal para el jugador de 15 años.
Aunque el golpe fue único y severo, no se encontraron signos visibles de lesiones externas significativas, salvo algunas escoriaciones menores en su rostro.
Zaracho descartó que una caída pudiera haber causado tal daño, enfatizando que el impacto fue decisivo en la muerte del joven. La investigación sobre el incidente continuará con este informe preliminar.