Luis Augusto Montanaro Bedoya, empresario acusado en el caso Duck Sex Games, emitió un comunicado en el que critica a la Fiscalía por su manejo del caso, al considerar que están haciendo un espectáculo mediático con juguetes sexuales y retrasando la entrega de su celular, que contiene pruebas de su inocencia.
Montanaro sostiene que un contrato filtrado por la Fiscalía es inválido y que los objetos incautados carecen de relevancia. “¿De qué servirían, por ejemplo, los juguetes sexuales, sino para alimentar el morbo y amarillismo?”, cuestionó.
Además, denunció que su celular fue manipulado y que contrató a un perito informático para investigar irregularidades en el procedimiento.
El imputado también sugirió que la denuncia podría estar influenciada por la conexión de la supuesta víctima con una alta funcionaria de la Fiscalía, y criticó la falta de protección de su identidad, lo que considera un “abuso del poder”.