En la calle San Rafael, casi esquina con Pedro López, en Capiatá, una baranda de seguridad en deplorable estado pone en peligro a transeúntes y conductores, al exponerlos a una caída al arroyo del mismo nombre. Este fin de semana, un accidente relacionado con esta deficiencia resultó en la trágica muerte de un niño.
Las deficientes señalizaciones y la baranda de seguridad en estado lamentable ponen en riesgo a los ciudadanos que transitan por la calle San Rafael, casi esquina con Pedro López Godoy, en el barrio Don Luis de Capiatá.
Esta arteria vial, que conecta con la ruta D27 (anteriormente conocida como ruta 1), cruza sobre el arroyo Capiatá.
Según los vecinos, durante los días de lluvia se forman grandes raudales, lo que agrava el riesgo. Por ello, solicitan a las autoridades una intervención urgente.
El fin de semana se produjo un accidente fatal en esa zona, donde un niño perdió la vida tras caer al arroyo Capiatá. El fallecimiento ocurrió mientras el menor era trasladado al Hospital Acosta Ñu por bomberos voluntarios.
El niño viajaba en un motocarro conducido por su padre, Francisco Villalba, de 50 años, quien actualmente se encuentra internado en estado crítico en el Hospital de Trauma.