El doctor Raúl Doria renunció a su cargo de director del Instituto Nacional del Cáncer tras las movilizaciones de pacientes oncológicos, que exigían una atención integral frente al cáncer, según anunció en Ministerio de Salud al tomar medidas frente a la situación del Incán.
Doria abandona el hospital luego de afirmar que los servicios que ofrece el Incán “claramente mejoraron” desde su gestión y que la falta de medicamentos “no es real”. El Ministerio de Salud ya aceptó su renuncia.
En un contexto de manifestaciones de pacientes con cáncer que exigían una atención médica óptima, provisión de medicamentos y una menor burocracia para realizarse sus estudios, conforme a la Ley 6.266 que garantiza una atención de salud digna, oportuna e integral ante el cáncer.
Su dimisión fue aceptada por la ministra de Salud, María Teresa Barán, quien también está siendo cuestionada por el sector después de que declaró que “se deben priorizar los casos más urgentes”.