El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) decidió no destituir al fiscal Luis Said, quien enfrentaba acusaciones de supuesta inactividad y falta de imputación en su labor. En cambio, se le impuso un apercibimiento.
Durante la sesión extraordinaria, la mayoría de los miembros del JEM votaron en contra de su destitución, a pesar de que se reconoció que Said había tenido más de 30 meses de inacción en varios periodos procesales.
La denuncia que motivó el juicio provino del senador Ramón Retamozo y fue respaldada por el fiscal acusador Celso Ayala. El único miembro del JEM que apoyó la destitución fue el ministro César Garay, representante de la Corte Suprema de Justicia.
Luis Said había expresado previamente su preocupación por una posible destitución motivada por presiones políticas, especialmente debido a su historial de condenas contra figuras políticas destacadas. A pesar de esto, el presidente Santiago Peña negó cualquier injerencia del Poder Ejecutivo en el proceso.