Según detalló un medio de prensa colombiano, narcotraficantes paraguayos y brasileños habrían hecho una “alianza” para reunir USD 1 millón, suma que se habría pagado a sicarios para cometer el asesinato del fiscal Marcelo Pecci.
Dicha información sería parte de una versión manejada por los investigadores del caso en torno a los autores intelectuales.
La revista Semana de Colombia indicó que una agencia criminal de Medellín tuvo el encargo que en un principio debió ejecutarse en Paraguay.
Se menciona que incluso los perpetradores estuvieron siguiendo los pasos del extinto fiscal en nuestro país, lo cual habría sido confirmado por el condenado Francisco Luis Correa. Respecto a esto, los investigadores tendrían las pruebas, así como datos de las reuniones del plan y sus participantes, y de qué forma se movió el dinero.
El medio sostuvo que ante la imposibilidad de llevar a cabo la operación en Paraguay, todo se trasladó a territorio colombiano aprovechando la luna de miel de la víctima.
Primeramente se habría planeado hacer pasar el asesinato como un robo común, pero se terminó dejando el trabajo para el último día en el hotel donde se hospedaba con su esposa.
“Para este ‘plan B’ se efectuó una nueva ‘vaca’ millonaria’. Otra vez la cifra fue de un millón de dólares para contratar la oficina de sicarios, entre quienes se repartieron 2.000 millones de pesos”, señala la publicación.
Algunos nombres fueron apuntados por el medio como posibles integrantes del grupo de financiadores de la ejecución, entre los que resaltan Jarvis Chimenes Pavão; Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico; y Jaime Franco.