La familia de Renato Rojas Talavera, niño que falleció en el sanatorio Migone el 20 de agosto de 2019 debido a presunta negligencia médica, pidió a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que realice una auditoría en el caso.
Los abogados de la familia argumentan que el proceso judicial ha sido interrumpido repetidamente por tácticas dilatorias y maniobras legales por parte de los abogados de los acusados, fiscales adjuntos y jueces, lo que ha creado condiciones propicias para la prescripción del caso.
Por lo tanto, solicitan una auditoría para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables, así como imponer sanciones disciplinarias y pecuniarias por su conducta inapropiada.
El pequeño de 2 años había ingresado al sanatorio junto a su madre y su niñera debido a una fiebre y tos. Sin embargo, el niño falleció después de supuestas complicaciones. La familia denunció presuntas irregularidades en la atención médica y cuatro médicos fueron imputados por supuesta omisión de auxilio, homicidio culposo y abandono.