En la noche de ayer, momentos de tensión se vivieron en el penal de Tacumbú. Por un lado, presuntos reclusos del Clan Rotela pedían la presencia del ministro de Justicia Ángel Barchini, quien horas antes había manifestado la posibilidad de que dicha facción haya asesinado al suboficial Oliver Lezcano, vinculado al crimen del militar Líder Ríos. Mientras que, en las afueras, familiares de los internos impidieron el ingreso de efectivos policiales que tenían la orden de intervenir en el lugar de los incidentes.
El malestar dentro de la población penitenciaria se generó tras las declaraciones del ministro de Justicia, dando reporte al presidente Santiago Peña de un posible secuestro y asesinato dentro de la cárcel, siendo la víctima el imputado por el homicidio de Líder Ríos, quien supuestamente se había fugado el pasado jueves, y responsabilizando del hecho al Clan Rotela.
Además, Barchini expresó respecto a un plan para retomar el control en las penitenciarías, que “tendrá costo en vidas humanas”.
Más tarde, el viceministro de Política Criminal Rodrigo Nicora se hizo presente en Tacumbú; al salir refirió que la situación se había calmado, descartando una intervención en el penal. De todas formas, aclaró que en el transcurso de la semana igualmente se podría llevar a cabo un operativo.
