El lunes 5 de diciembre, la defensa de Aida María Villalba, trabajadora doméstica imputada por hurto en el marco de la investigación de la muerte del exfiscal Javier Ibarra, solicitará la revisión de medidas para la detenida. La jueza Elsa Idoyaga, del Juzgado de San Lorenzo, había dictado la prisión preventiva de la mujer.
El abogado de la imputada, Avelino Britos Guillén, comentó que la Fiscalía supuestamente acusa a su cliente de entrar a la vivienda y robar el arma que habría sido utilizada para terminar con la vida del exfiscal de la Unidad Especializada Antidrogas del Ministerio Público y exviceministro de Seguridad Interna. El representante legal rechaza la hipótesis de que la causa de muerte de Ibarra fue por un suicidio. Según las pericias, el arma desaparecida sería una pistola semiautomática calibre .22.
Villalba se defendió asegurando que nunca entró en contacto con el arma de fuego y relató que cuando se aproximó a la vivienda de su empleador, tan solo se encontró con la mascota del fallecido en la calle. “Al perrito lo que le alcé porque se quería escapar. Le agarré, le alcé y le llevé a su lugar. El arma no estaba luego ahí, solamente el celular que estaba sonando a su lado y una cajetilla de cigarrillo”, afirmó ante la prensa.
La trabajadora fue detenida luego de que haya resultado positiva la prueba de antimonio en su mano izquierda. “No entiendo por qué me quieren culpar. Por qué motivo yo tendría su arma. Se allanó mi alquiler y yo no tengo nada de valor, solamente trabajo para mantener a mi familia. No tengo nada de valor y jamás había tocado dinero ajeno”, declaró Villalba. Los fiscales Gerardo Mosqueira, Andrés Arriola y Julio Ortiz llevan adelante la investigación del caso.
