Daniel Ortigoza, joven de 27 años, murió anoche en un presunto caso de “gatillo fácil” que involucra a seis agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO), quiénes lo habrían confundido con un delincuente que asesinó tan solo horas antes al uniformado Gustavo Bareiro, en un local de Ciudad del Este.
Ortigoza estaba a bordo de su vehículo, en compañía de su pareja y la hija de dos años de esta, cuando recibieron los impactos de bala. Tanto la mujer como la pequeña salieron con vida.
Sandra Ortigoza, hermana del fallecido, relató a un medio local su versión de lo acontecido, basándose en el testimonio de la concubina que estuvo presente en el automóvil, quién será un testigo clave para identificar a los agentes policiales involucrados.
“Él estaba estacionado en una estación de servicios, cuando llega un vehículo cualquiera y comienza a disparar, mi hermano se asusta, se baja del vehículo y ahí recibió dos disparos”, lamentó la mujer, asegurando que “nunca hubo una barrera” como plantean las fuerzas policiales.
“A mi hermano le mataron fuera del auto, sin posibilidad de defenderse, dentro del auto no hay ni una gota de sangre”, reveló Ortigoza. Refiere que algunos policías se acercaron a pedir disculpas por el hecho. “Les cuestioné la acción de ellos, uno de ellos me dijo ‘es así, nos solemos equivocar'”, expresó indignada.
La Policía Nacional emitió un comunicado tras la tragedia. “La Institución Policial agotará todas las instancias y utilizará todos los recursos técnicos para transparentar y esclarecer las circunstancias en que habría ocurrido el hecho; para el efecto fueron designados personal técnico de Asunción para coadyuvar en la tarea de investigación”, aseguraron en el escrito.
