La fiscal Gladys González reportó esta tarde un giro inesperado en el caso de la muerte de la joven Romina Ayelén Peralta. Señalan que resultados de la necropsia, revelaron un proyectil calibre 22 en el cuerpo de la joven de 16 años, lo que descartaría la teoría de que su deceso haya sido causado por la explosión de un cigarrillo electrónico, como se planteó originalmente.
El hermanastro de 19 años de la joven ya se encuentra detenido como sospechoso, porque presuntamente se encontraba en la habitación con la fallecida, cuando aconteció el hecho.
“El diagnóstico del certificado de defunción fue un shock hipovolémico. Médicos pidieron a los padres que soliciten la autopsia y los padres no aceptaron”, señaló Luz Vázquez, directora del Hospital de Lambaré. La fiscal González adelanta que la conducta de los padres será analizada, ya que no coincidían ciertos datos. Afirma que el vapeador estaba entero y nunca explosionó.
“Le pedí que cuente lo que pasó. Yo no ví ningún arma”, declaró Roberto Peralta, el padre de la joven víctima, quién reafirmó que escuchó un estruendo en el lugar del crimen. “Yo estaba creído que el vape le explotó”, comentó ante la prensa.