Los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS) Central se quejaron por la pésima atención que reciben, además de la información de que ya no poseen turnos disponibles para este año en varias especialidades que brinda la previsional.
Tras un recorrido de un medio periodístico por el Centro de Atención Ambulatoria del IPS, ubicado al costado del Hospital Central, los usuarios comentaron que tampoco hay lugar para hacerse estudios laboratoriales.
Al enterarse de la situación, los asegurados se mostraron indignados e impotentes, pues muchos de ellos padecen cuadros clínicos urgentes que deben ser atendidos de inmediato para frenar el avance de las diferentes enfermedades.
Call center también es un calvario
Si ya de por sí el conseguir turnos es difícil siempre, que la llamada ingrese al call center requiere de una espera de una hora como mínimo, ahora los pacientes se desesperaron aún más y acudieron en masa al Centro de Atención Ambulatoria para tratar de conseguir en forma presencial al menos un turno.
Entre todas las quejas que recabamos de los asegurados durante nuestra visita a este centro asistencial, la más común hace referencia a la pérdida de tiempo que lleva acceder a realizarse estudios.
Un paciente nos relató que para conseguir un estudio cardiológico se tarda dos meses. Esto es prácticamente una burla para el asegurado, cuando se sabe que la afección del corazón es una condición que requiere de atención urgente.
Acuden para “tantear” turnos
En nuestra visita observamos una cantidad muy grande de gente formar fila para hacerse sus análisis laboratoriales.
Algunos tuvieron un poco de suerte y consiguieron agendamiento rápidamente, pero los que no lo obtuvieron madrugaron desde las 4:00 en este lugar.
Aparentemente, no existe la cantidad de especialistas suficientes y de ahí viene el problema de la demora en los turnos.
Asegurados comentaron que el mínimo tiempo que les hacen esperar para acceder a una consulta es de un mes, sin importar que su caso sea de atención urgente. Esta es una realidad que se repite todos los días en un sistema de salud previsional y privado que los trabajadores pagamos mensualmente.
