El ministro de Salud Pública, doctor Julio Borba, confirmó que se hicieron las pruebas a vecinos y personas del entorno del paciente venezolano hospitalizado por un cuadro de malaria, y que dieron resultado negativo, por lo que Paraguay sigue libre de la transmisión autóctona de esta enfermedad.
El titular del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social anunció que la Dirección General de Vigilancia de la Salud dará a conocer un informe sobre la situación de los casos de Malaria en el país. “Hasta ahora hay solo un caso positivo en el país”, recalcó durante una conferencia de prensa en Palacio de Gobierno.
La doctora Leticia Pintos, directora general de Desarrollo de Servicios y Redes de Salud, había dado a conocer el pasado viernes, que un paciente venezolano, que está en carácter de refugiado en el país, estaba hospitalizado en el Instituto de Medicina Tropical a causa de esta enfermedad.
Expresó que el paciente extranjero se encuentra estable y recibiendo el tratamiento correspondiente, y que si bien había adquirido la enfermedad con antelación al ingreso a nuestro país, tuvo una recaída, por lo que fue internado.
Mencionó ya se estableció el cerco epidemiológico en torno al paciente afectado con la enfermedad.
La profesional instó a los paraguayos y extranjeros que habitan el territorio nacional a acudir a cualquiera de los centros asistenciales para ser diagnosticados y tratados.
Enfatizó que la atención para este tipo de pacientes está garantizada. “Es muy importante que se tomen las medidas y los recaudos a tiempo y en forma”, añadió.
La malaria o paludismo es una enfermedad parasitaria que puede ser mortal, está causada por un parásito que se transmite a los humanos por la picadura de un mosquito infectado.
Se manifiesta con fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y vómitos, síntomas que suelen aparecer 10 a 15 días después de que se haya producido la infección. La prevención se centra en reducir la transmisión mediante el control del vector.
En las Américas, se considera que más de 120 millones de personas viven en áreas de riesgo de contraer el paludismo. Son especialmente vulnerables quienes viajan de zonas libres de paludismo a zonas donde la enfermedad es frecuente.