El Programa de Lepra dependiente del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social realiza constantes capacitaciones al personal de blanco de las Unidades de Salud de la Familia y de las regiones sanitarias para la detección precoz de lepra y su posterior tratamiento.
La enfermedad de Hansen o lepra es una patología infecciosa crónica producida por una bacteria, que afecta al sistema nervioso periférico, la piel, la nariz y los ojos. Con su diagnóstico precoz, puede ser tratada y curada.
La doctora Olga Aldana, jefa del Programa de Lepra, señaló que al inicio esta enfermedad se manifiesta como manchas en la piel, que pueden ser blanquecinas o rojizas, y cuya particularidad es la ausencia de sensibilidad.
“Si uno toca esa mancha no se siente, tampoco tiene pelo ni suda, porque es una infección bacteriana a la que le gusta la piel y los nervios periféricos”, remarcó.
Indicó que cuando una persona enferma se trata, tras 72 horas de iniciar la medicación, ya no es contagiante para nadie, en lo absoluto.
Explicó el problema de la lepra no son las machas, porque se curan con el tratamiento, pero hay que tratar de encontrarla rápidamente ya que cuanto más pasa el tiempo, la afectación de los nervios irá empeorando.
“Cuando tarda es ahí donde se ven casos de amputaciones de dedos de las manos, de los pies, de la nariz, entonces cuanto más tiempo se deja pasar, se tarda en el diagnóstico, estas afectaciones neurológicas son más importantes, y una vez que uno pierde una función neurológica, ya no se recupera”, enfatizó.
Mencionó que no todas las personas tienen la predisposición a infectarse con la lepra, pero debe existir un componente hereditario y permanecer por un tiempo muy prolongado con la persona enferma.
“Es imposible saber, a menos que se tenga un antecedente familiar y pueda heredar esa predisposición a infectarse, y necesita estar en contacto mucho tiempo con la bacteria en una persona que esté lanzando mucha bacteria al ambiente todo el día para poder contagiarse”, aseveró.
Sugirió que cuando hay un contagio en la casa debe haber un control del contacto familiar para poder llegar al diagnóstico e iniciar el tratamiento precoz, para salvar a ese paciente de las consecuencias de la enfermedad.