El Ministerio de Salud Pública apuesta al estilo de vida saludable de la población para prevenir la obesidad y apunta al tratamiento multidisciplinario, principalmente con los indicadores que arrojó la pandemia de covid-19, en el que se constata que el 63% de los fallecidos eran personas obesas.
La obesidad es considerada una enfermedad crónica, y antes de la pandemia ya era un problema para salud pública, pero sin embargo, con los registros de óbitos, se incrementa la labor de la cartera sanitaria para adquirir un cambio de hábito en la población.
El licenciado Eduardo Enciso, encargado del área de obesidad y actividad física de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud, habló acerca de los riesgos que conllevan la grasa excesiva en el cuerpo y el sedentarismo.
Mencionó que desde la cartera sanitaria no recomiendan el tratamiento farmacológico o la cirugía como primera opción, ya que se apuesta a introducir cambios en el estilo de vida de las personas con la alimentación saludable, y la realización de actividades físicas.
“Nosotros apuntamos en salud pública al tratamiento en forma multidisciplinaria, pero a través del acceso al estilo de vida saludable, y no como primera opción el farmacológico, hay que quitarse eso de la cabeza con la cirugía bariátrica, porque después se puede recuperar el peso anterior. El problema es que la persona no cambió un hábito, llegó a su peso ideal con esa cirugía, se relajó y se quedó ahí, pero no hay un estilo de vida saluda, la actividad física ni la alimentación, entonces donde está el cambio”, explicó.