A criterio del ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, los sucesivos ataques en el norte son producto de las acciones que encaran las fuerzas de seguridad. Por otro lado, aseguró que las inversiones históricas que se hacen en la zona molestan a los grupos criminales que pretenden ganarse el apoyo de los pobladores.
El ministro Guizzio reconoció que actualmente «está complicada la situación en el norte» al tiempo de ratificar el compromiso de seguir trabajando para devolver la tranquilidad a los pobladores.
Explicó que los ataques sucesivos en el norte demuestran que los grupos criminales como el EPP, ACA y el EML no están solos, sino que hay otros que utilizan ese mismo esquema para incurrir en este tipo de acciones delictivas.
“En este último caso parece uno muy dirigido”, mencionó haciendo referencia al atentado ocurrido ayer en San Alfredo, departamento de Concepción, donde se registraron dos policías fallecidos y un civil en una patrullera.
Guizzio refirió por primera vez en la última década, los criminales del norte cometen sus golpes de manera continua contra la fuerza del orden y enfatizó que ello podría ser con el objetivo de generar zozobra e inestabilidad a los efectos de ahuyentar a las futuras inversiones privadas que se proyectan, principalmente en Concepción.
“Eso no es al azar, evidentemente hay un objetivo detrás, no se vislumbra aún que puede ser pero hay que prever precisamente porque hay objetivos importantes de inversión en el lugar. Estos grupos en la medida que el Estado hace presencia con infraestructura y mejores sistemas de salud, evitan que se aprovechen de las necesidades de la gente”, añadió.
En ese sentido, admitió que llama la atención que los ataques no se perpetren en otros puntos y que se concentren solamente en Concepción, por lo que remarcó la hipótesis inicialmente expuesta.
Indicó que las reacciones también se dan en base a las acciones que vienen impulsando las fuerzas de seguridad en esa zona del país. Tampoco descartó que sean en respuesta a los últimos operativos que derivaron en la detención de una persona que supuestamente colaboraba con el EPP y con la muerte del hijo de Alejandro Ramos, líder del autodenominado Ejército del Mariscal López.
Respecto a las bajas registradas en ambos lados (dos de los criminales y seis de las fuerzas de seguridad), mencionó que “esto pues es como jugar un partido a oscuras y ellos ven el arco; las fuerzas públicas, no”.
