Jorge Samaniego, presidente de la Cipama, manifestó que se vieron afectados por la alta morosidad y la caída de las ventas en general debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
La Cámara Industrial Paraguaya de Motocicletas y Automotores (Cipama) viene soportando la caída en las ventas de motos y arrastrando la alta morosidad de los clientes que no logran ponerse al día, a consecuencia de la crisis que generó la llegada de la pandemia del Covid-19.
A todo esto, se le suma los costos altos de la materia prima que proviene de China, dijo Jorge Samaniego, presidente de Cipama, e indicó que el acero, los plásticos, el cobre y el precio del flete se encuentran en su pico más alto.
“Nosotros estamos hoy muy preocupados por las ventas de motos y por el pago de las cuotas. Una buena cantidad de nuestros clientes no están logrando regularizar su situación, se volvieron morosos”, puntualizó.
Igualmente, Samaniego comentó que hay una escasez mundial de contenedores por un rezago logístico a causa de la pandemia. “La gente fue lenta para devolver los contendores a origen, no hay conteiner y el flete subió un 600%”, aseveró.
Samaniego detalló que en el 2020 estuvieron 60 días sin venta, con todo el sector casi paralizado a causa de la cuarentena total que decidió aplicar el Gobierno con los primeros casos de Covid-19. Esto tuvo una incidencia en el sector, que cayó alrededor de 17% en las ventas, dijo el titular de Cipama.
Siguió indicando que en mayo de este año hubo una pérdida del 30%. “Estamos muy preocupados y te puedo decir que la economía no está bien”, alertó.
A lo relacionado con el sector automotriz, Samaniego comentó que hubo una caída drástica y también tienen el mismo problema con el pago de las cuotas. Cuestionó al Banco Nacional de Fomento (BNF) por conceder muchos créditos para automóviles brasileños y nada para los vehículos paraguayos.
“Estamos preocupados, la industria del vehículo en Paraguay está muy atrasada, es una industria que retrocedió 10 años”, subrayó y consideró que la industria automotriz paraguaya necesita que el Estado “le dé confianza a las marcas nacionales”.