El neumólogo Carlos Morínigo, del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), contó que una niña de apenas un año aspiró de forma accidental una semilla de girasol que se alojó en el pulmón (lado izquierdo). La pequeña es oriunda de la localidad de Yby Yaú, Departamento de Concepción. Tuvo que ser trasladada desde esa zona del país hasta la ciudad de Asunción, para que se le extraiga la semilla.
Morínigo mencionó que la semilla le causó una dificultad respiratoria. En un primer momento pensaron que la niña tenía neumonía, pero luego de varios estudios se detectó un cuerpo extraño en uno de los pulmones.
Advirtió que hay que tener mucho cuidado con los más pequeños porque a esa edad meten a la boca. También, explicó que este tipo de objetos que se tragan o aspiran podrían provocar un paro cardiorespiratorio.