Fuerzas de seguridad dieron detalles sobre el Operativo Sapukai, desarrollado a primeras horas de este jueves, en donde fueron abatidas tres personas y detenidas otras cinco. El grupo criminal desbaratado correspondía al brazo armado de la estructura de Jarvis Chimenes Pavao, quien se encuentra cumpliendo condena en Brasil.
Con la extradición de Pavao y el asesinato del número dos de la organización, el grupo de sicarios quedó “como terratenientes del establecimiento” ganadero de Pavao en la zona de Cerro Memby, departamento de Amambay.
El grupo inició sus propias actividades dedicándose al tráfico de drogas, a brindar protección para el transporte y al secuestro exprés. El fiscal Antisecuestros, Federico Delfino, confirmó en conferencia que los miembros de la gavilla son los responsables del secuestro exprés de ocho personas en Capitán Bado, y liberadas tras el pago de un rescate, en noviembre de 2019.
También están acusados del asesinato del comisario Rufino Acosta, subjefe del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional, ocurrido en enero de 2019. No se descarta que la imputación contra los detenidos se amplié con otros casos de secuestro y asesinato.
Por otra parte, el fiscal Delfino negó que esta banda criminal tenga vínculos con el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), pese a dedicarse también al secuestro de personas.
Banda criminal de frondosos antecedentes
Entre los principales detenidos se encuentra Ever Ozuna, quien quedó a cargo de la estancia conocida como Indio Cue, en Amambay. Los cuatro detenidos restantes forman parte de la familia Ozuna López.
Ever Ozuna cuenta con frondosos antecedentes por sicariato y tráfico de drogas y fue condenado en 2013; sin embargo se fugó de la prisión de Concepción.
En estos momentos, la actividad principal de la agrupación era el abastecimiento a aeronaves dedicadas al tráfico. Las evidencias incautadas sugieren que prestaban servicios de carga de combustible y de establecer pistas de aterrizaje clandestinas, señalaron los investigadores.
De igual forma en la zona convivían cerca de una comunidad indígena y no se descarta que empleen métodos extorsivos con estas familias.
Alrededor de tres personas lograron escapar, una de ellas con un rifle AK-47, que fue utilizado para cubrir su huida, informaron efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Alrededor de tres personas lograron escapar, una de ellas con un rifle AK-47 que fue utilizado para cubrir su huida, informaron efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).