El Ministerio de Salud recuerda que la mascarilla de tela lavable está indicado para la protección de personas sanas. Mientras tanto, el quirúrgico está orientado a personas enfermas o con sospecha de la enfermedad y para las que asistan a servicios de salud, ya sean pacientes o acompañantes.
Para potenciar su eficacia, debe complementarse con otras medidas preventivas: lavado de manos, distancia física y ambientes ventilados. Está visto que la mascarilla es la barrera de protección esencial contra el COVID-19.
El propósito de la mascarilla es impedir que las gotas respiratorias lleguen a otros. Esto se logra cuando la mascarilla es colocada correctamente cubriendo la nariz, la boca y el mentón.
Hay que tener en cuenta, que el COVID-19 puede transmitirse igualmente por personas que no presentan síntomas (asintomáticas) y que no saben que están infectadas. Por eso es necesario que todos usemos mascarillas y acompañemos esta medida con el distanciamiento físico, el lavado de manos correcto y frecuente, y manteniendo los ambientes ventilados.
Su uso está recomendado al salir de casa, en entornos públicos, en espacios compartidos, cuando estamos cerca de personas que no viven en la misma casa con nosotros, al hablar con ellos y en lugares donde es difícil mantener el distanciamiento físico de seguridad.
No se recomienda utilizar mascarillas durante la actividad física vigorosa, sobre todo en espacios abiertos o donde pueda respetarse el distanciamiento físico.
La mascarilla de tela lavable está indicada para la protección de personas sanas, mientras que la quirúrgica es empleada para el control de fuente contagio, es decir, para el uso de personas enfermas y en entornos asistenciales.
¿Quiénes deben utilizar tapabocas quirúrgicas?
Deben usar mascarilla quirúrgica todas aquellas personas sospechosas y diagnosticadas con COVID-19.
Para ir a la consulta médica, se indica tanto a la persona que va a consultar, como al acompañante, que utilicen mascarilla quirúrgica.
Los cuidadores o convivientes con personas sospechosas o confirmadas de COVID-19, independiente de los síntomas, deben usar mascarilla quirúrgica cuando estén en la misma habitación.
Personas con riesgo elevado de complicaciones debidas a la COVID-19, también deben usar mascarilla quirúrgica, siempre que sea posible. Las personas de riesgo se consideran, aquellas con >60 años, enfermedades de base, cardiopatías, diabetes mellitus, enfermedad pulmonar crónica, neoplasia, enfermedades neurológicas crónicas o inmunodepresión.
Para trabajadores de la salud
La OMS recomienda que los trabajadores de salud que prestan asistencia a pacientes sospechosos o confirmados usen únicamente los siguientes tipos de mascarillas:
• Mascarilla quirúrgica.
• N95, FFP2 o similares, exclusivo en procedimientos que generen aerosoles.