Desde hace unos días, Paraguay viene experimentando un acelerado ritmo de aumento de casos, con una transmisibilidad (Rt) -promedio de contagios por infectado reportados- por encima del umbral de uno, evidenciando una tendencia creciente en la curva epidémica.: “cerramos noviembre recuperando el ritmo de principio de octubre que fue la temporada más dura con alta ocupación de camas de terapia intensiva”, declaró el titular de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera.
Informó que, a partir del lunes, el nivel de ocupación de camas en general superó la cantidad de 800. En lo que respecta a camas de terapia intensiva la ocupación llegó a más del 95%.
“Me preocupa que esto vaya en ascenso. Si las cifras se mantienen, se podría aguantar un tiempo considerable, más de eso sería un riesgo”, aseveró el médico.
Declaró que el objetivo inicial y principal siempre fue aplanar la curva -consiguiendo que los casos se den de manera más enlentecida- para evitar un colapso en el sistema de salud.
Para lograr esto, recordó que Paraguay, a diferencia de otros países llevó a cabo una cuarentena preventiva, antes de registrar la ola de la enfermedad. “Esto hizo que la pandemia en el país inicie meses después. En el momento en que íbamos entrando a la fase epidémica iniciamos el plan de desescalada. Esa paradoja que creamos hizo que tengamos un pico no tan picudo, pero si una meseta eterna. Creo que hasta ahora seguimos en esta meseta”, señaló.
Sequera expuso que el pico de casos que se observa en el país es de 5.500 por semana, esto da una media de 750 por día, equivalente a 85 a 90% de ocupación de camas. “Hasta aquí está bien, más de esto ya sería peligroso”, argumentó el alto funcionario de Salud.