Los especialistas del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) no acuden a los locales a tomar muestras del agua y los permisos se dan conforme a la declaración jurada presentada por los propietarios, es decir, sin verificación.
El ingeniero David Fariña, de la Dirección General de Protección y Conservación de Recursos Hídricos del ministerio, explicó que para obtener la licencia ambiental el proponente (propietario del local) certifica en una declaración jurada las condiciones en que se encuentran las aguas del sitio, así como la gestión de residuos sólidos y líquidos, el sistema de seguridad y otros.
“Hay que recalcar que no se aprueba cualquier documento técnico. Se hace un análisis sobre los residuos sólidos, protección de recursos hídricos pero solo en el proceso que presentan en el Mades”, señaló.
Los técnicos van a corroborar el estado de los establecimientos de esparcimiento solo si reciben denuncias o de forma esporádica. Son las municipalidades de cada localidad las que otorgan habilitaciones, luego de de la presentación de su licencia de impacto ambiental del Mades.