Juan Espinoza, padre de la joven desaparecida Dahiana Espinoza, habló acerca del caso de su hija y pide a la Fiscalía que priorice los resultados de la prueba de ADN para conocer si la sangre, hallada en el inquilinato donde la joven vivía con su pareja Joel Guzmán Amarilla, le pertenece o no a la mujer.
“Todavía no están los análisis del ADN. Exigimos que las pruebas alzadas en el lugar del inquilinato de mi hija que sea más rápido porque ya van como más de dos meses y todavía no salen las pruebas de sangre, de ADN”, dijo.
Contó que la última vez que supo de ella fue el miércoles 16 de setiembre en una comunicación en la que le decía que su nieto quería visitarlo. “Eso fue un jueves, Joel le trajo a mi nieto a las 10:00 y ella despareció esa noche o la madrugada de viernes”, detalló.
Dahiana Espinoza desapareció el pasado 18 de septiembre en la zona de Itá. La misma vivía con su pareja Joel Guzmán Amarilla, quien hasta el momento es sospechoso por la desaparición. También se allanó la casa de la madre de este hombre y se incautaron varias de pertenencias del sujeto que están siendo analizadas. Allegados señalan que la pareja tenía antecedentes de violencia familiar.
“Si bien la sangre dio positivo a la humana le pedimos a las autoridades que prioricen más para poder comparar si es la sangre de mi hija”, enfatizó.
Según refirió la última vez que habló con Joel fue el día que su hija desapareció, cuando le preguntó si Diana estaba en su casa y luego ya no habló más con él. “Supuestamente dijo que le había asfixiado y que le tiró en un pozo y luego cambió de versión”, alegó el padre.
“Era una persona que no hablaba mucho pero era muy celoso, le reclamaba mucho a mi hija; siempre había peleas en la pareja. Mi hija empezó a trabajar en una carnicería y eso generó muchos problemas porque casi no se quedaba en su casa”, mencionó.