El mal uso de antibióticos es una amenaza contra la salud de las personas, aseguran desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS).
En la semana de concienciación del uso prudente de antibióticos, ambos organismos recuerdan la importancia de ser responsables en el consumo y en la prescripción de este tipo de medicamentos.
Aseguran que una mala administración de antibióticos o su uso inadecuado son contraproducentes para la salud de las personas.
La resistencia antimicrobiana (RAM) es la capacidad que tienen algunos microorganismos como virus, bacterias, hongos y parásitos de sufrir cambios para que los medicamentos con que se los trata no tengan efecto sobre ellos.
Al respecto, la doctora Viviana De Egea, directora de Enfermedades Transmisibles del MSPBS, señaló que desde la cartera sanitaria han lanzado una serie de recomendaciones en conmemoración a la Semana Mundial del uso prudente de Antibióticos.
La ocasión es propicia para recordar a los pacientes que “un médico no es más o menos bueno por prescribir antibiótico o no es que me voy al médico hasta conseguir alguno que me recete antibiótico, sino al contrario, aquel médico o profesional de la salud que cuida como oro los antibióticos es el que realmente está haciendo un bien tanto para los pacientes como para la salud pública”, enfatizó.
Instó igualmente a sus colegas médicos señalando que es fundamental “utilizar con prudencia los antibióticos sobre todo cuando tienen una sospecha verdadera de infección bacteriana”.
Sostuvo igualmente que una gripe o la COVID-19 no necesitan tratamiento con antibióticos.
Insistió que si en los hogares sobra algún medicamento, estos no son para compartir con las demás personas que aunque pudieran tener los síntomas similares, no es prudente, porque cada persona tiene un organismo distinto.
“Puede ser que aunque tengan síntomas similares se trate de otro tipo de infección”, aseguró la profesional.
Destacan acciones realizadas a nivel país
En primera fase, Paraguay implementó desde el 2018 la venta de antibióticos bajo receta simple archivada y desde el 2019 se implementó el Plan Nacional de Resistencia Antimicrobiana que aglutina a varias instituciones para dar respuesta a esta problemática, también en el contexto de la pandemia por COVID-19.
Algunas estrategias en fase de implementación son la prevención y control de las infecciones en seres humanos y animales, la supervisión y vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos en seres humanos y animales.
Igualmente, el refuerzo de las acciones de saneamiento básico como el agua potable y los entornos saludables, una inversión en los sistemas de salud sólidos capaces de ofrecer cobertura sanitaria universal.
Así también el fomento del acceso a antimicrobianos de calidad, seguros, eficaces y asequibles, al igual que el aumento del número, el ingreso y el reconocimiento del personal de salud trabajando con enfermedades infecciosas.
Otra de las acciones impulsadas es la investigación y desarrollo para obtener nuevos antimicrobianos, otras alternativas terapéuticas, pruebas de diagnóstico rápido y nuevas vacunas.
Además la provisión de incentivos para innovar y mejorar los resultados en materia de salud pública, y la participación tanto de la sociedad como de la iniciativa privada.
Tareas pendientes
Si bien se destacan una serie de acciones aún hay tareas pendientes a nivel nacional, como afianzar el Comité Técnico Nacional que es multisectorial, fortalecer como un órgano rector de lo que es la lucha contra la resistencia a los antibióticos y hacer conocer esta problemática que puede realmente influir en la evolución y en la calidad de vida de los pacientes.
