Un estudio publicado por la revista Science revela que los contagios que se dan en el interior de un ambiente podrían ser 20 veces mayor que en el exterior. El contagio por COVID-19 en un espacio interior es 20 veces mayor que en el exterior, por lo que se recomienda, mantener los ambientes ventilados y trasladar las actividades al aire libre, siempre que sea posible.
Así también, se resalta que la distancia interpersonal de seguridad recomendada durante la pandemia es de 2 metros, debido a que la mayor parte de las gotas expulsadas al hablar, cantar, toser o estornudar caen al suelo a esa distancia. Sin embargo, existe evidencia que la infección también se transmite por el aire, mediante aerosoles, partículas pequeñas expulsadas por la persona infectada y que quedan suspendidas en el aire e infectan al inhalarse.
Desde la Dirección de Vigilancia de la Salud indican que un estornudo genera unas 40.000 gotículas de todos los tamaños, las más finas pueden volar hasta los ocho metros en un ambiente cerrado. Mientras que la tos lanza entre 1.000 y 3.000 gotitas y al hablar durante unos pocos minutos puede provocar entre 100 y 6.000. La cantidad de partículas varía de acuerdo al tono de voz: hablar en voz alta o a gritos genera el triple de partículas que hacerlo en voz baja.
Un experto en aerosoles de la Universidad de Colorado (EE.UU.), José Luis Jiménez, explica que las gotas más gordas caen al suelo como si fueran arena, mientras que las partículas más pequeñas se quedan suspendidas en el aire y las puedes respirar, llegando directamente a los pulmones, lo que podría hacerlas más peligrosas.
En un entorno ventilado, esas gotículas más finas se disuelven rápidamente en aproximadamente 30 segundos, mientras que, en ambiente sin ventilación, estas partículas pueden tardar hasta 4 minutos en comenzar a disolverse. Por esta razón, mantener las puertas y las ventanas abiertas es esencial para reducir la amenaza.
Recomendaciones
Partiendo de la premisa que no existe el riesgo cero o nulo, con la aplicación de medidas básicas podemos lograr disminuir los riesgos existentes y protegernos de una posible infección con el virus.
Además del uso de mascarilla, el distanciamiento físico en todo momento y lavado de manos frecuente, se recomienda mejorar la ventilación de ambientes interiores y siempre que sea posible, trasladar las actividades al aire libre, por supuesto, evitando las aglomeraciones en cualquiera de los espacios.