Desde la Municipalidad de Encarnación informaron que ya se encuentran diseñando un protocolo para el ingreso a playas que comenzará a regir en esta temporada veraniega, cuando la ciudad comience a recibir turistas. Varios puntos están siendo analizados, como el distanciamiento entre familias, el uso de tapabocas, entre otros, y requerirá de la aprobación del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
Las burbujas sociales tienen como propósito habilitar las playas en “modo COVID”, con limitación del número de personas y la distribución espacial de las zonas a ocupar por parte de los visitantes.
El protocolo de seguridad sanitaria apunta a evitar la aglomeración de personas, mediante un esquema de parcelas individualizadas o “burbujas” a lo largo de la playa, en un diagrama circular al que podrán asistir guardando las distancias de seguridad sanitaria entre individuos y entre las parcelas.
Cada una de las burbujas podrá ser ocupada por un máximo de seis personas, preferentemente miembros de un mismo núcleo familiar o grupos de amigos frecuentes. Las parcelas estarán individualizadas y demarcadas en el terreno mediante estacas y sogas numeradas. Los interesados podrán reservar a través de una plataforma digital.
Con esta iniciativa se busca consolidar la ciudad como un destino que respalde la seguridad y protección de los turistas. Similares medidas sanitarias de seguridad fueron establecidas para otros sectores como la gastronomía y hotelería, entre otros.
De acuerdo a esta distribución, la playa San Isidro tiene capacidad para 410 burbujas, las cuales, multiplicadas por seis personas como número máximo, totalizan 2.460; la playa San José, con 787 burbujas y una capacidad de 4.722 personas, y la playa Mboika’ë, donde fueron identificadas 606 burbujas que pueden dar alojamiento a 3.636 personas.