La expareja del oficial y madre de los niños asesinados, Beatriz Romero, contó desde España (lugar donde reside desde hace seis meses) que había hecho una videollamada con él horas antes de que ocurriera la tragedia y que alucinaba cosas, incluso, llamó a la Policía porque creía oír voces de otras personas.
Alrededor de las 02:00 de la madrugada, llamó a uno de sus camaradas porque supuestamente dos personas entraron a su casa. “Llamó y dijo que había ladrones en la casa, entonces los policías vinieron y textualmente dieron en voz alta -que estaba volado- y que tenía dos armas en sus manos, no pudiéndole desarmar”, describió un familiar.
Por su parte, Cantero refirió que la Dirección de Asuntos Internos de la Policía Nacional también va a realizar las investigaciones de cómo lo encontraron, pero aseguró que durante el servicio que prestaba no demostró ninguna conducta inapropiada, según las manifestaciones de la dependencia donde él trabajaba”, declaró.
Las víctimas fatales fueron identificadas como: Alberto De La Cruz Riveros Benítez (53), Amalia Beatriz Caballero Portillo (50) —padres de la pareja del policía—; Liliana Mariel Gómez Caballero, menor de 16 años (hermana de la pareja, cuñada del oficial) y dos niños, de uno y dos años. Además, otras dos personas quedaron heridas: una joven de 18 años y un menor de 11.