Desde este lunes se reactiva el 58 por ciento de las actividades comerciales con la implementación de la primera fase de la «cuarentena inteligente» en la que volverán a industrias que puedan adecuarse a las medidas sanitarias así como servicios prestados a domicilio.
La ministra de Industria y Comercio, Liz Cramer, había manifestado que con estas reactivaciones se estará desarrollando el 58% de las actividades económicas, frenadas desde mediados de marzo para atenuar las posibilidades de contagio del Covid-19.
En esta primera fase de la denominada «cuarentena inteligente» retomarán sus actividades trabajadores de obras civiles en la construcción a cielo abierto, cimientos, estructuras y mampostería en altura.
También se suma el sector de industrias que puedan adecuarse al protocolo sanitario y los servicios que se puedan prestar en el domicilio del cliente, como servicios de peluquería, de notariado, abogacía, entre otros.
El director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, indicó que la pandemia del Covid-19 impone «un nuevo estilo de vida dentro de la sociedad» conocido como el “modo coronavirus de vivir”, que incluye 3 aspectos esenciales: el distanciamiento físico que debe mantenerse en todo lugar, incluso en el lugar de trabajo, el uso de mascarilla sobre todo en lugares donde se dificulte conservar los 2 metros de distancia con las personas y el lavado de manos que tiene un alto impacto en la salud. A esto añadió la importancia de no compartir utensilios, mate ni tereré.
Sequera aclara que el inicio de la cuarentena inteligente no significa “salida masiva”. “No vamos a salir como antes”, aseguró. Explicó que esta flexibilización será restringida, orientada en una primera fase a un sector de la población, con lo cual se busca reactivar la economía bajo estrictas medidas sanitarias.
Puntualizó que la cantidad de personas que podrán salir a las calles a partir del 4 de mayo es limitada. Admitió que, aunque no se registre aún un alto acatamiento a las recomendaciones sanitarias, resaltó que existe un número considerable de personas que sí utilizan mascarilla al salir a las calles y guardan el distanciamiento físico recomendado y esto está teniendo un importante impacto. «Se observa además que la gente ya no está compartiendo como antes el mate y el tereré».
En otro punto, el epidemiólogo resaltó el impacto que están teniendo estas medidas con más del 60% de adherencia ahora tiene sus frutos. “Veremos cómo esto evoluciona. Si los indicadores se disparan vamos a tener que retroceder”, asegura el titular de Vigilancia de la Salud.