El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, anunció la declaración de la ley marcial de emergencia, argumentando que busca proteger al país de las “fuerzas comunistas” norcoreanas y acusando a la oposición de actividades antiestatales. Sin embargo, esta medida fue rápidamente impugnada por la Asamblea Nacional, que votó a favor de levantar la ley marcial.
“Hace un momento, la Asamblea Nacional pidió que se levante el estado de emergencia, y hemos retirado a los militares desplegados para las operaciones de la ley marcial. Aceptaremos la petición de la Asamblea Nacional y levantaremos la ley marcial en una reunión del gabinete”, expresó el mandatario en un discurso televisado.
La ley marcial permitiría al ejército asumir el control del gobierno y suspender ciertas libertades civiles. La decisión generó preocupación internacional y protestas en el Parlamento, donde se impidió el acceso a los legisladores. La ONU también expresó su inquietud sobre la situación en Corea del Sur.
Este es el primer uso de la ley marcial en 40 años, y se produce en un contexto de tensiones políticas internas y disputas sobre el presupuesto.