Los bomberos enfrentaban este lunes un gran incendio que, desde el día anterior, afectó una reserva natural en Brasilia. La situación llevó a algunos residentes a usar baldes de agua para proteger sus viviendas mientras el país enfrenta una severa ola de incendios.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva convocó a su gabinete para discutir nuevas estrategias para controlar el fuego, que también está afectando áreas cruciales como la Amazonía y el Pantanal, el mayor humedal del mundo.
El incendio más grave del año en la capital brasileña ha envuelto la ciudad en una nube tóxica, un fenómeno que también ha afectado recientemente a otras grandes ciudades como Sao Paulo y Rio de Janeiro. En ciertos barrios, la visibilidad se redujo considerablemente, según reportó AFP.
Tres focos de incendio surgieron el domingo en el Parque Nacional de Brasilia, una importante reserva de agua y vida silvestre. Casi un centenar de brigadistas están luchando contra las llamas con el apoyo de aviones y helicópteros. Las autoridades prevén que el número de combatientes aumente debido a las adversas condiciones meteorológicas, ya que Brasilia lleva más de 140 días sin lluvias y con niveles de humedad extremadamente bajos.
“No hay previsión de acabar con ese incendio por el momento”, dijo el lunes Carolina Schubart, coordinadora de prevención y combate a incendios forestales de la secretaría de Ambiente del Distrito Federal, que abarca Brasilia.