El Gobierno brasileño anunció una suspensión de las cuotas del pago de la deuda del estado de Rio Grande do Sul con el Tesoro durante tres años, para ayudar a la reconstrucción de esa región devastada por las inundaciones.
La deuda de ese estado llega a 104.000 millones de reales (20.390 millones de dólares o 18.900 millones de euros) y, con la moratoria, cerca del 10% de ese monto será liberado para la reconstrucción del estado, dijo el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, junto al presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, y autoridades del Parlamento, que deberán aprobar esa medida.
El ministro agregó que, durante ese período, tampoco serán contabilizados los intereses de la deuda, todo con el propósito de “recuperar la capacidad económica de Rio Grande do Sul en el plazo más corto posible”, apuntó.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, que asistió por videoconferencia al anuncio, agradeció el apoyo y reconoció “el esfuerzo de todo el Gobierno federal” frente a la emergencia.
Las consecuencias económicas del desastre aún son inmensurables, pero un balance de la Federación de Industrias de Rio Grande do Sul ya ha trazado un panorama parcial.