Bernardo Arévalo asumió la presidencia de Guatemala en una incidentada jornada que llevó a que jure recién pasada la medianoche de este lunes. El conflicto tuvo lugar en el Parlamento, donde hubo discusiones respecto al proceso de acreditación de los diputados del nuevo periodo.
La mayoría conservadora del Congreso guatemalteco declaró como independientes a los diputados del presidente socialdemócrata, sin partido político, lo cual les impedía formar parte de la junta directiva del Parlamento, así como las comisiones encargadas de tratar eventuales proyectos de ley impulsadas por el mandatario.
Finalmente, los diputados oficialistas fueron restituidos en la bancada parlamentaria del movimiento Semilla tras arduas negociaciones, adjudicándoseles la presidencia del Congreso.
De esta manera, luego de diez horas de retraso en la realización de la ceremonia de toma de posesión, Bernardo Arévalo y Karin Herrera juraron como presidente y vicepresidenta de Guatemala respectivamente, en el Teatro Nacional de la capital guatemalteca.