El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha sido imputado por presunta manipulación de testigos y estafa procesal, en el marco de una investigación relacionada con la financiación de su campaña electoral del año 2007.
Tras extensos interrogatorios, los jueces acusan al exmandatario de un supuesto encubrimiento de manipulación de testigos y conspiración para obstruir la justicia.
El caso se centra en las acusaciones de que Sarkozy supuestamente recibió dinero del dictador libio Muamar Gadafi. Se sospecha que presionó a un testigo clave para que cambiara su testimonio, lo cual ha generado sospechas sobre su participación en las maniobras.
Este último caso se suma a los anteriores cargos de corrupción y tráfico de influencias por los que Sarkozy ya ha sido condenado. Los abogados del expresidente han anunciado que defenderán su honor en esta nueva acusación.