El presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, abordó la situación de la economía Argentina en la Cumbre G-7 realizada en Hiroshima, Japón, en la que pidió un tratamiento especial para el país vecino, afectado por la devaluación del peso, la inflación y la escasez de divisas internacionales.
“El endeudamiento externo de muchos países, que victimizó a Brasil en el pasado y hoy destruye a la Argentina, es la causa de una flagrante y creciente desigualdad y exige un tratamiento del Fondo Monetario Internacional y con ciertas consecuencias sociales de las políticas”, expresó el mandatario brasileño durante su intervención.
En ese contexto, Lula se se encontró ayer sábado con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), la búlgara Kristalina Georgieva, para debatir sobre el “equilibrio regional de los países suramericanos” y el impacto de la pandemia en los países “más pobres del mundo”.
Participan de la Cumbre del G-7, Joe Biden de Estados Unidos, Emmanuel Macron de Francia, Rishi Sunak de Gran Bretaña, Georgia Meloni de Italia, el anfitrión Fumio Kishida de Japón, entre otras autoridades.