Luego del fatídico terremoto registrado en Turquía y Siria, los fallecidos continúan siendo rescatados de entre los escombros, mientras muchas familias reclaman que sus familiares siguen desaparecidos.
Por su parte las autoridades de ambos países ya advirtieron de que la cifra de decesos iría creciendo.
Este jueves, se elevó a 43.500 el número de muertos en la provincia de Kahramanmaras que se encuentra situada cerca de la frontera con Siria, país donde también han muerto alrededor de 4.000 personas.
“Somos responsables ante cada uno de nuestros ciudadanos que perdieron la vida. Este trauma solo puede ser superado con gran unidad y solidaridad. Saldremos de esto más fuertes, estamos tristes. Nuestras ciudades han sido destruidas, pero eso no significa que nuestra esperanza vaya a desaparecer. Tenemos que mantener viva esta esperanza, más que nunca. Tenemos que trabajar aún más duro”, señaló el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu.
Alrededor de 345.000 apartamentos quedaron destruidos solo en Turquía, según los cálculos de las autoridades locales.