Este domingo se define el futuro de la principal economía de América Latina, con el balatoje de las polarizadas elecciones presidenciales en Brasil, que enfrentan a dos modelos de Gobierno: por un lado el ultraderechista Jair Bolsonaro y por el otro, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Más de 156 millones de brasileños estuvieron habilitados para votar en alrededor de 460.000 centros de votación, en los 5.568 municipios del país vecino. En Ciudad del Este, se reportó una alta participación de casi 5.000 electores, superior a los 2.900 que acudieron a la primera vuelta.
Bolsonaro busca la reeleción, en representación del Partido Liberal (PL), mientras que Lula fue presidente entre 2003 y 2011 y representa al Partido de los Trabajadores (PT).
A las 06:00 hora local, con el 28,50% de los votos escrutados, Bolsonaro lidera con 51,10% de los votos, contra el 48,90% de Lula, quien si tuvo una aplastante victoria en Portugal, con porcentajes de votos que podrían llegar al 64,8%.
La jornada de votación no estuvo exenta de controversia. El Partido de los Trabajadores denunció presuntos cortes en las carreteras por parte de la Patrulla Caminera del Gobierno, supuestamente para entorpecer las elecciones e impedir que voten los electores de la región Nordeste. Alexandre de Moraes, Tribunal Superior Electoral rechazó esta acusación y descartó una ampliación del horario de votación, que culminó a las 17:00.