Gran Bretaña dijo adiós este lunes a la reina Isabel II en un histórico funeral de Estado al que asistieron líderes de todo el mundo y miles de personas que le rindieron homenaje en las calles. La procesión de tres horas culminó en una ceremonia en la Abadía de Westminster.
Tras el funeral público, se realizó un servicio religioso más íntimo en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI en el castillo Windsor, donde reposará el cuerpo de la monarca más longeva en la historia del Reino Unido. El Palacio de Buckingham lo calificó como una “ocasión familiar profundamente personal”.
“La reina fue enterrada junto con el duque de Edimburgo”, dijo un comunicado de prensa oficial de la familia real, refiriéndose al esposo de la reina durante 73 años, el príncipe Felipe, quien falleció el 9 de abril del año pasado.
“A mi querida mamá, ahora que comienzas tu último gran viaje para unirte a mi querido y difunto papá, solo quiero decir esto: gracias. Gracias por su amor y devoción a nuestra familia y a la familia de naciones a las que han servido tan diligentemente todos estos años”, dijo en su primer discurso televisivo el Rey Carlos III, quién se convirtió en el nuevo monarca el pasado 9 de septiembre.