Este domingo, unos 15,1 millones de electores chilenos están convocados obligatoriamente a las urnas para aprobar o rechazar la propuesta de una nueva Constitución, en una histórica jornada electoral que definirá el destino de Chile para las próximas décadas.
El documento fue redactado por una Convención especial, a tres años del estallido social del mes de octubre del 2019, que derivó en un proceso constituyente que busca transformar la institucionalidad del país. Cuenta con 178 páginas, 388 artículos y 54 normas transitorias.
La reforma propone la declaración de un Estado social y democrático, la incorporación de nuevos derechos económicos y sociales, el reemplazo del Senado, el cambio del Poder Judicial que sería llamado “Sistemas de Justicia”, la garantía de un Estado paritario entre el hombre y la mujer, la protección ecológica y la introducción del concepto de plurinacionalidad a favor de los pueblos originarios.
“Tengamos conciencia del momento histórico que estamos viviendo. Por primera vez en nuestra historia republicana vamos a tomar una decisión respecto a una Constitución escrita de forma democrática, donde hay dos alternativas, ambas legítimas”, declaró el presidente chileno Gabriel Boric, partidario de Aprobar la nueva versión de la Carta Magna. En caso de que los chilenos voten por el Rechazo, seguirá vigente el texto constitucional del año 1980.