La Corte Suprema de Estados Unidos tomó la decisión de anular el fallo de Roe vs. Wade, vigente desde 1973, el cual posibilitaba la interrupción del embarazo y fuera considerada un derecho constitucional.
Con esta medida, respaldada por la mayoría de jueces conservadores del tribunal por 6 votos contra 3, afirmaron que no corresponde con “la historia o la tradición” estadounidense.
Además de revocar la sentencia del caso que fuese vigente hace 50 años, también se anuló la resolución de Planned Parenthood vs. Casey, de 1992, que confirma la protección del aborto, pero dio lugar a los estados de implementar regulaciones al proceso.
En cambio, el presidente de EE. UU, Joe Biden, criticó con dureza la sentencia, asegurando que se trata de “un trágico error de la Corte Suprema” y lo único que conseguirá es un atraso absoluto en los derechos de la mujer.