El presidente de Francia Emmanuel Macron se encuentra aislado en una residencia oficial en Versalles, a las afueras de París, “sigue presentando los mismos síntomas de la enfermedad (cansancio, tos, dolores musculares), que no le impiden cumplir con sus funciones”, indicó un comunicado oficial firmado por el médico del mandatario. Macron, de 42 años, fue diagnosticado con coronavirus luego de reunirse con numerosos líderes europeos, con quienes se lo vio saludándose con abrazos y estrechando manos con otros dirigentes, lo que los obligó a comenzar una cuarentena.
En un video de tres minutos difundido ayer y filmado con un teléfono celular, el presidente galo dijo que el hecho de haberse contagiado se debió a una combinación de negligencia y mala suerte, y remarcó que su infección «muestra que el virus realmente puede afectar a todos, porque estoy muy protegido y soy muy cuidadoso».
“A pesar de todo, contraje este virus, quizás, sin duda, un momento de negligencia, un momento de mala suerte también”, indicó.
En Francia, Macron enfrentó críticas por acciones que fueron consideradas como un mal ejemplo, en momentos en que el país ve un nuevo repunte en los contagios, mientras las autoridades sanitarias advierten a la población e instan a que tomen precauciones en esta temporada navideña.
Macron generalmente usa una máscara y adhiere a las reglas de distanciamiento social, pero tras conocerse que dio positivo, varios líderes europeos iniciaron aislamientos preventivos tras reunirse con el mandatario en una cumbre de la Unión Europea (UE) la semana pasada.
El mandatario francés se sumó a la lista creciente de líderes que lo contrajeron, entre ellos el primer ministro británico Boris Johnson y los presidentes de Estados Unidos Donald Trump y de Brasil Jair Bolsonaro.
Francia acumula cerca de 2,5 millones de casos de coronavirus y más de 60.000 muertos por la enfermedad desde el inicio de la pandemia. Las autoridades sanitarias advierten de un empeoramiento aún mayor de la situación justo cuando las familias se preparan para las cenas de Navidad y Año Nuevo, a pesar del toque de queda vigente y los llamados a limitar las reuniones familiares a no más de seis personas.