La presidenta interina Jeanine Áñez no pudo transmitir directamente este domingo el mando presidencial a su sucesor en el Gobierno, Luis Arce. La misma volvió a su departamento natal Beni, situado al noreste del país, mientras que denuncia el acoso que dice sufrir en Twitter.
Tras las elecciones, el Parlamento recomendó la apertura de dos juicios contra la presidenta interina por presunta responsabilidad en la muerte de más de una treintena de manifestantes en los disturbios que se produjeron en el país tras la renuncia de Morales.
“Los que hoy me están acosando, tendrán tiempo”, apuntó Áñez en su tuit, refiriéndose aparentemente al juicio de responsabilidades que el parlamento pidió en su contra por la muerte de al menos 26 personas por la represión de su Gobierno a manifestaciones contra el golpe.
Los ministros de Áñez renunciaron entre el jueves y viernes pasados y dos de ellos -el de Gobierrno, Arturo Murillo, y el de Defensa, Luis Fernando López- estaban prohibidos de salir del país por orden de un fiscal que los procesa por un caso de corrupción.
Aunque la presidenta provisional, Jeanine Añez, ha dicho en su mensaje de despedida del jueves reciente que entrega un país con una “democracia cimentada”, persiste en Bolivia la crispación social por heridas que no han sido cerradas con la votación del 18 de octubre pasado.