Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, anunció el sábado que, su cuarto examen de COVID-19 dio negativo. Tras tres semanas de cuarentena por haber contraído el coronavirus, el mandatario regresó a la sede del Gobierno, en medio de denuncias políticas y crisis sociales.
El pasado lunes fue denunciado ante la Corte Penal Internacional (CPI), con cede en la Haya, por una organización sindical debido a la crisis generada por su pésima gestión frente a la pandemia, tiempo que también fue calificado como “negacionista”.
La denuncia fue realizada por la Red Sindical UniSaúde, la que representa a aproximadamente un millón de médicos, enfermeros y trabajadores de la salud de 18 estados del país y Brasilia. Cuenta, también, con el apoyo de entidades internacionales como UNI Américas.
La acusación alega que la omisión del Gobierno caracteriza un crimen contra la humanidad y genocidio, y urge a la apertura de un procedimiento investigativo ante la CPI para evitar que una parte, de los 210 millones (de brasileños), sufra las consecuencias de los actos irresponsables del señor presidente.