Aclararon que hasta que llegue la vacuna los países tienen el desafío de defender a los más vulnerables y aprender cómo interrumpir la transmisión del virus.
El enviado especial a Europa por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Covid-19, David Nabarro, aseguró este lunes que la población deberá acostumbrarse a una “nueva realidad” luego de que el mundo logre superar la crisis sanitaria que produjo la pandemia, ya que el virus “no va a desaparecer”.
El médico reconoció, en una entrevista con la BBC, que hasta que no se autorice una vacuna, el desafío de los países va a estar en “defender a los más vulnerables” y “aprender cómo interrumpir la transmisión”.
“Este virus no va a desaparecer. No sabemos si las personas que han tenido el virus permanecen inmunes y no sabemos cuándo tendremos una vacuna”, remarcó también el experto, en diálogo con la cadena británica Radio 4.
“Estoy seguro de que alguna forma de protección facial se convertirá en la nma, entre otras cosas para tranquilizar a las personas, pero eso no significa que se pueda hacer lo que uno quiera cuando está usando una mascarilla”, destacó Nabarro, que es la mano derecha del director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el marco de la pandemia.
Cabe destacar que el uso de barbijos no fue una recomendación oficial del organismo de referencia en salud porque su faltante generó una gran controversia entre el personal sanitario. Por eso, su director decidió recomendarlo solo para personas que sean portadores del virus o que estén en contacto con pacientes infectados.
Sin embargo, varias ciudades del mundo han decretado su uso obligatorio, aunque remarcaron que se trata de tapabocas caseros y no de barbijos profesionales. Entre ellas, algunas provincias argentinas, como La Rioja, Salta, Catamarca o Misiones; la Ciudad de Buenos Aires y varios municipios provinciales
Según datos del mapa de la Universidad de John Hopkins, el coronavirus, que fue detectado en octubre de 2019 en la ciudad china de Wuhan, roza los 2 millones de contagios en el mundo y provocó la muerte de más de 120.000 personas. Afortunadamente, hay más de 400.000 pacientes que lograron recuperarse de la enfermedad, aunque todavía se está investigando qué sucede con el virus en sus cuerpos.
El país más afectado del mundo es Estados Unidos, con más de 580.000 casos positivos, seguido por España, que supera los 170.000 infectados y, en tercer lugar, por Italia, con alrededor de 160.000 contagios totales.