La crisis sanitaria ocasionó la necesidad de fabricar indumentaria hospitalaria y tapabocas para uso particular, manifestaron desde la Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP). Se producirían de 2,5 a 3 millones de prendas por mes. El gremio pide la reducción de la inversión en certificación, que supera los G 14 millones.
El objetivo, mencionaron desde el gremio, es fabricar tapabocas, batas, cofias, mamelucos con capuchas, cubrezapatos, entre otras prendas básicas de protección para el personal médico. También tapabocas para uso particular. Cerca de 2.500 personas estarían cociendo, siguiendo todas las indicaciones del Ministerio de Salud y de la OMS.
Señalaron que este trabajo se inició con la adecuación de los requerimientos de la Organización Mundial de La Salud (OMS), a la disponibilidad de materiales en el mercado local – que incluso escasean en el internacional –.
“En el país funciona una fábrica que elabora tela TNT, que es el material más cercano al ideal para este tipo de confecciones. Realizamos testeos para comprobar su viabilidad”, añadió Yamil Yudis, consultor del rubro y parte del equipo de profesionales que trabajó en la elaboración de los estándares para la producción.
También analizaron la logística necesaria y los procesos productivos requeridos. Sobre ese punto, la AICP mencionó que hablaron con el Ministerio de Trabajo y con la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) para reducir los gastos en que debe incurrir el confeccionista.
El proceso que culmina con la certificación otorgada por Dinavisa supera los G 14 millones. “Hay mucha mano de obra lista para trabajar. El 80% de nuestros socios son pequeñas empresas y talleres familiares. En esta crisis, no les podemos pedir que inviertan 14 millones, sólo para empezar. Confiamos en que reducirán requisitos y costos”, dijeron.
De acuerdo a una encuesta de capacidad realizada por la Asociación, la demanda que podría cubrir el sector, es de 2,5 a 3 millones de artículos por mes. Este trabajo involucraría a un promedio de 100 pymes, lo que a su vez representa a más de 2.500 personas trabajando en forma directa – siguiendo las normas del Ministerio de Salud y OMS-.
“Estamos tratando de relacionarnos de cerca para tener una comunicación directa y que ellos (Ministerio de Salud) encuentren un respaldo en nosotros y viceversa”, culminó Yamil.